Actualmente todo (o prácticamente todo) es digital, y la tendencia y la rapidez van en aumento. Esto nos está obligando a consumir cada vez más contenido en internet y a pasar más tiempo pegados a una pantalla. ¿Cómo podemos competir como negocio contra toda la cantidad de información que existe en la red? Y sobre todo, ¿cómo podemos generar leads en este mar? La clave está en generar experiencias de usuario únicas y personalizadas.
Conforme ha aumentado el contenido y la tecnología, ha sido necesario desarrollar formas más amigables e intuitivas para navegar entre tanta información. Ya en posts anteriores hablamos de la importancia del diseño para poder generar más ventas y de cómo el diseño es fundamental para crear una buena experiencia de usuario.
Como bien expresa Neil Patel:
“Diseñar una buena experiencia de usuario es clave para ayudar a tus visitantes a encontrar lo que necesitan, y a realizar las acciones necesarias que logren los objetivos de tu negocio.
Y esto tiene todo que ver con la tasa de conversión.”
Pero, ¿cómo podemos lograr ofrecer una buena experiencia? La respuesta sería sumando diferentes elementos a nuestra estrategia, por ejemplo, gestos, comunicación personalizada, estructuras de navegación amigables, entre otras.
En esta ocasión, quisiera concentrame en uno de los aspectos anteriores: los gestos y cómo incorporarlos para mejorar las experiencias de usuario en nuestros canales digitales.
Lenguaje corporal en mi estrategia digital
Los gestos son formas de comunicación que usamos día a día. Los gestos faciales o con las manos nos han servido para comunicarnos entre nosotros y más actualmente para poder comunicarnos con máquinas o dispositivos. Un buen gesto está alineado con nuestra forma de pensar pues ella tiene influencia en la manera en que hablamos y nos expresamos y por ello es que la tendencia siempre es buscar la alternativa más intuitiva pero que simplifique botones para poder hacer un mejor uso del espacio de la pantalla.
Según un artículo detallado de Nielsen Group señala que una de las novedades del iPhone X es justamente el uso de gestos a gran escala para maximizar el espacio del contenido en la pantalla. Y la tendencia irá cada vez más hacia allá: utilizar nuestro cuerpo para mejorar la interacción con los dispositivos; por ejemplo, las búsquedas por voz que seguramente ya usas el día de hoy o las interacciones con inteligencia artificial tipo Alexa.
Los beneficios de un uso efectivo de los gestos, como ya mencioné antes, van desde la optimización del espacio en la pantalla hasta el lograr que el usuario no necesite realizar demasiadas acciones para llegar a dónde quiere llegar. Por supuesto, esto tiene sus contras, pues el usuario deberá memorizar cada vez más gestos para poder operar los dispositivos correctamente.
He ahí la importancia, nuevamente, de procurar una buena experiencia para el usuario. Y en ello va implícito un buen diseño. Así que, si tu meta es incrementar tus ventas, entonces es indispensable tomar esta parte enserio.
Tipos de gestos en tus dispositivos
Los gestos ya los usas todos los días en tus dispositivos pero, como ya mencionamos, nacen del entender la manera en que nos expresamos.
Hay otro tipo de gestos, más viejos, que son base para los gestos que hoy en día usan los dispositivos. El dispensador de jabón en los baños, el dispensador de papel para secar las manos o el grifo del lavamanos utilizan sensores especiales para detectar el movimiento de las manos y basta con realizar un solo movimiento para obtener agua, jabón o papel.
En lo que se refiere a la interacción con los dispositivos, podríamos clasificar los gestos en 3 principales grupos según su función:
1.- Gestos de navegación
En este grupo podemos encontrar todos aquellos gestos que sirven para navegar o desplazarnos entre las apps o las páginas. Por ejemplo, el drag, que te permite moverte hacia arriba o hacia abajo en el contenido de forma lenta; o el fling, que es un movimiento similar al drag, pero más veloz, en el que no estás seleccionando ningún elemento particular.
2.- Gestos de acción
Son los que te permiten activar o ejecutar una acción, por ejemplo el tap o doble tap, que sería similar a hacer un clic; el swipe, que te permite cambiar de páginas, abrir o cerrar una aplicación; presión larga, que implica que presionamos por cierta cantidad de tiempo para activar menús o activar otras acciones.
3.- Gestos de transformación
Aquí entran gestos como el pinch, que es similar a un pellizco que te permite alejar un contenido; o el pinch open, que es la acción opuesta en la que puedes hacer un acercamiento a algún contenido o imagen; así como la rotación, que te permite justamente girar el contenido que estás visualizando.
Todos los gestos anteriores pueden incrementar las posibilidades de que tus estrategias funcionen. Si tu cliente potencial encuentra tu contenido atractivo, pero además es fácil de navegar, es muy probable que las posibilidades de que adquiera tu producto o servicio aumenten.
Eso es algo importante a considerar en toda estrategia y es por ello que el diseño y la experiencia de usuario deben ser parte importante al momento de implementar nuevas estrategias de marketing y ventas.
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